Intenten no ubicar el armado de su viaje con niños menores a 7 años durante los meses de verano en Orlando: Junio, Julio y Agosto son demasiado calurosos y para poder disfrutar sin preocupaciones de los parques que, para peor, están repletos de gente.

Los meses más fríos pueden ser molestos pero el abrigo soluciona las cosas y los niveles de multitud bajan notoriamente.

Si no queda otro remedio: levantarse temprano, siesta al mediodía, buenas estrategias y mucha pileta del hotel son buenos atenuantes.